Gremlim Graphics (1986)
Recuerdo que este juego fue el primero que me regalaron con mi MSX2. Mi padre me lo regaló por Reyes junto con una lectora de casete marca Computone que no logró cargar ni un solo juego en toda su vida. Sin embargo esto no fue obstáculo para que tiempo después pudiera disfrutar de este juego…
Cuando por fin pude cargar el juego descubrí que tenía un ritmo frenético. No había tiempo para tomarse un respiro y ello hacía que la adicción subiera a cotas elevadas.
Los programadores del juego fueron los ingleses… Este juego también tuvo sus correspondientes versiones en otras máquinas de 8 bits como Spectrum, Amstrad y Commodore. Si escucháis la melodía de éste último os quedaréis de piedra, ¡¡suena fantásticamente bien!!
El juego fue distribuido en España por Erbe y venía en caja de lujo (aquellas negras de plástico y un tamaño ligeramente superior al de las casetes más baratas).
En este juego manejamos una especie de balón (viendo la pantalla de carga podemos creer que se trata de un balón de fútbol futurista) que se desliza sobre una pista y que podemos manejar moviéndolo hacia los lados y saltando. Podemos controlar la velocidad aumentándola o reduciéndola según nos convenga en cada situación; por ejemplo, conviene acelerar antes de llegar al borde de la pista para €œcoger carrerilla€ y saltar más lejos, y frenamos cuando queremos ajustar los movimientos para sortear alguna zona complicada.
Las pistas presentan un diseño que nos pondrá las cosas difíciles, si bien los primeros niveles son de práctica y pueden resultar demasiado sencillos. Pero no os confiéis porque a medida que avanzamos la dificultad se hace mucho mayor. Algunas pistas son continuas, otras presentan una estructura zigzagueante y otras son una endiablada sucesión de pequeñas plataformas a diferentes alturas que pondrán a prueba nuestra pericia en el manejo del botón de salto. A esto se le suma la disposición de las baldosas que según el color que tengan provocarán uno u otro efecto sobre nuestra bola:
- Verde: frena la bola.
- Amarillo: acelera la bola.
- Rojo: neutro.
- Azul: es la más puñetera ya que nos intercambia los controles. Puede ser una auténtica pesadilla.
- Blanco: la bola rebota sin parar
Los gráficos son simples. La pista por la que se desliza nuestra pelota es muy colorida, para distinguir las superficies que provocarán diferentes efectos sobre la bola (aceleración, frenado, intercambio de los mandos, salto, etc). Sin embargo son superficies lisas y sin texturas ni adornos. No hay más gráficos en el juego, tan solo tenemos las estrellas del cielo, el marcador y el sprite de la pelota que por cierto cambia según aumenta la velocidad. El efecto de giro está perfectamente conseguido y da bola da la sensación de que la bola rueda por la pista.
En cuanto al sonido, en el menú principal podemos disfrutar de una melodía que, si queremos, nos acompañará también durante la partida. En mi opinión una de las mejores melodías PSG de Gremlim Graphics, junto con la del mítico Krakout. Pero se hace pesada después de escucharla un par de veces. Los efectos de sonido son pocos y se limitan al rebote de la bola en la pista, el salto y la caída al abismo. No hay más.
La apartado de jugabilidad es el mejor del juego. Se trata de un juego rápido y con un ritmo frenético. Las decisiones hay que tomarlas en décimas de segundo para evitar aquellas baldosas que no nos convienen, y muchas veces es difícil anticiparse al peligro. Es recomendable memorizar el trazado de la pista para avanzar con éxito. El juego tiene un total de 14 niveles con un trazado muy variado que nos mantendrán entretenidos durante algún tiempo. Hay pistas muy sencillas y otras muy frustrantes ya que nos pasamos toda la partida cayendo al vacío sin apenas tocar la pista. Menos mal que tenemos la opción de practicar cualquiera de los niveles sin más penalización que no llegar a tiempo; podemos seleccionar hasta tres niveles diferentes para practicar. Es recomendable usar este modo antes de lanzarse al juego de “verdad”. En el modo normal tenemos un tiempo determinado para acabar cada uno de los niveles y avanzaremos secuencialmente hasta finalizarlos todos. Si se nos acaba el tiempo tendremos que comenzar de nuevo desde el primer nivel. Ojo con los saltos ya que tenemos un número limitado em cada tramo (concretamente cuatro) y no los recuperaremos hasta alcanzar el nivel siguiente.
Quizá lo peor del juego sea que no existe ningún tipo de enemigo, la aparición de alguno sería un aliciente más. Aunque bien es cierto que ya bastante tenemos con la dificultad del juego. El control con el teclado se antoja casi imposible, con unas teclas poco comunes: Q- izquierda, W- derecha, P- acelera, L- frena y la barra espaciadora para saltar. Os aconsejo que uséis joystick para no desesperar.
Se echa en falta alguna melodía más durante el juego y también como no más modos de juego, siendo el más adictivo un modo dos jugadores en pantalla partida ¿qué os parece?
En definitiva este juego es una de mis joyas MSX. Lo recomiendo a todos aquellos que aún no lo hayan probado porque merece la pena.
Ufff, recuerdo tardes y tardes de vicio a Trailblazer en mi CPC. Recuerdo además que había trucos para jugar con otros objetos en lugar de la bola, como una anciana en silla de ruedas o cosas así. Enorme juego.
Hum, desconocía por completo esos trucos que comentas y son muy curiosos. ¿Sabes si se aplican también a la versión de MSX?