Artículo publicado en El PixeBlog de Pedja.
La fanfarria que sonaba de fondo mientras asistíamos embobados a la presentación de cada episodio del Equipo A, a buen seguro, permanece grabada a fuego en nuestras cabezas; el mismo fuego de aquel puro de Hannibal, que nunca se acababa y que servía para celebrar que los planes salieran bien.
Mítica como pocas y contemporánea de otras clásicas series americanas como El Coche Fantástico, podemos hablar del Equipo A como la única licencia televisiva conseguida por un videojuego español en la Era de los Ocho Bits. Y curiosamente, no fue desarrollada por una compañía excesivamente conocida; el juego fue implementado originalmente por el equipo de Zafiro, encabezado por Javier Fáfula.
Fáfula, programador y auténtico trotamundos, viajó por varias empresas de software, desarrollando juegos más conocidos como Super Skills, la carga de entrenamientos que incluía el Míchel Fútbol Master de Dinamic, y más adelante Tour 91, el simulador ciclista de Topo. Posteriormente, Javier haría tándem con un tal Gonzo Suárez para realizar el Arantxa Supertenis, un prometedor título tenístico que jamás vería la luz por problemas de distribución. ¿Llegaremos a verlo algún día, en un caso de resurrección similar al de Vega Solaris?
Bueno, volviendo al sendero principal por el que debe ir el artículo, hay que decir que El Equipo A no era un juego del terror, aunque la idea jugable no fuera nada original. De hecho, fusilaba por completo la mecánica de Operation Wolf. Esto es, la pantalla tira de scroll automático para ir viajando por diferentes escenarios en los que aparecen decenas de soldados y vehículos blindados, a los que debemos abatir a través de un punto de mira que manejamos con el cursor, o con el periférico GunStick.
La verdad es que el movimiento era suave, pero el cursor tenía demasiada inercia; además, la variedad de enemigos no iba mucho más allá de tres o cuatro soldados y un carro blindado que pasaba una y otra vez; por lo demás, el juego te ofrecía diversión sin demasiadas complicaciones, y con una dificultad elevada, aunque al menos disponíamos de varias vidas y al final de cada poblado nos reponían munición y energía. Ahora bien, ¿qué tenía que ver el juego con el Equipo A?
Pues bueno la verdad es que en el contador de vidas salía el retrato de uno de los protagonistas, yo diría que en la fase de arquitectura árabe era Murdock por la gorrita, vamos, porque tampoco es que se le distinguiera demasiado: a la vista lo tenéis en las imágenes que adjunto, si es que puede utilizarse la expresión ˜a la vista™. Mirad, en la captura de Amstrad CPC se ve claramente que el de la fotito es el viejo Hannibal ¡hasta se le ve el puro!
Además, de vez en cuando cruzaban civiles confundiéndose con los enemigos; si cascamos a un civil, nos quitarán un puñado de energía, pero es que de vez en cuando también se paseaban por la pantalla los propios componentes del Equipo A, y si les disparamos, perderemos del tirón una vida. Y eso que hacer el ganso enmedio de tal ensalada de disparos no es muy propio del inteligente comando. Por cierto, el único al que veía cruzar la pantalla era a M.A., inconfundible pero ¿y los otros? ¿Alguien los vió?
Para terminar, comentar que en la versión Spectrum no se utilizó la famosa melodía de la serie; la versión Amstrad CPC, muchísimo más colorista y agradable a la vista que la monocroma de Speccy, tampoco tenía dicha fanfarria. Al parecer, los derechos adquiridos no alcanzaron a poder usarla y samplearla en el juego. Pero más curioso aún resulta que, en la versión MSX, la cual fue portada por New Frontier, sí que era posible escucharla seguramente sin el permiso de los poseedores de sus derechos. Si los pillaron, fijo que enviaban a M.A. a resolver el entuerto
Jajaja… Mítica serie, junto con El coche fantástico y MacGyver.
Y mítico también este videojuego. Tengo 29 años, y hace casi veinte, unos buenos amigos míos lo tenían en su casa, para envidia de un hermano mío y mía, pero de vez en cuando ibamos a su casa por la tarde, y pasabamos ratos estupendos, jugando a él.
La verdad es que era una buena castaña, pero y lo que nos reíamos y a la vez divertíamos… Eso no tiene precio, la verdad.
¡Muchas felicidades por tu artículo! Me ha gustado mucho, y me ha hecho recordar buenos, y viejos tiempos.
¡Un saludo!
Paco
De nada Paco 😉 Espero que disfrutes más artículos sobre juegos que nos hicieron vivir de una manera diferente nuestra infancia. ¡Te esperamos!