Knight Tyme es el tercer capítulo de una saga que comenzó con Finders Keepers en 1986, continuó con Spellbound (no publicado para MSX) y finalizó con Stormbringer (este sí está disponible para MSX). La historia nos pone en el papel de un caballero medieval con armadura (y un poco cabezón) que tras salvar a su amigo Gimbal en el anterior capítulo de la saga, se encuentra sin saber por qué, a bordo de una nave espacial en el siglo XXV. Nuestro héro debe encontrar la manera de salir de allí con vida y para ello debe encontrar las piezas necesarias para reconstruir su nave. Es su única escapatoria…
A primera vista, lo más curioso es la manera de jugar, ya que Knight Tyme es una aventura donde las acciones de nuestro personaje se realizan a través de menús en pantalla que aparecen al pulsar la tecla de acción. Estas acciones pueden ser, coger/dejar un objeto, dar órdenes a otros personajes, lanzar un hechizo, examinar, leer, etc. Esta interfaz recibe el curioso nombre de windimation+ y fue usada con anterioridad en Spellbound. Aunque es muy original puede resultar liosa a primera vista, al menos a mí me ha llevado un buen rato aprender a manejar la mayoría de las opciones disponibles.
Encontrar la manera de avanzar en el juego es, al menos para mí, difícil. A esto contribuye la cantidad de opciones de la interfaz, los personajes que aparecen en el juego y los distintos objetos disponibles. Muchas posibilidades para el jugador y desafortunadamente no siempre la lógica nos llevará al éxito. La mayoría de las acciones a realizar son casi imposibles de adivinar, y otras son evidentes. La mecánica del juego se podría resumir brevemente en mover la nave a un planeta, teletransportarnos a él, explorarlo, recoger objetos e interactuar con los personajes que lo habitan. Una vez hecho esto regresamos a la nave e interactuamos con la tripulación y los objetos. El proceso se repite hasta que consigamos nuestro objetivo final, la libertad…
El apartado gráfico que es siempre el más flojo, generalmente en las producciones para MSX no japonesas, en este caso cumple fielmente. Los escenarios son coloridos y bien detallados. Por contra, los personajes son monocromáticos y con pocos detalles. Solamente en nuestro protagonista se nota un esfuerzo ligeramente mayor en el diseño. La música que suena durante el juego es divertida y muy pegadiza pero termina cansando hasta el más paciente de los mortales. El protagonista se mueve con no demasiada soltura, muchas veces su andar se nos antojará lento, muy lento. Aunque menos mal que los escenarios no son demasiado extensos. El manejo de los menús es fluido pero poco intuitivo, al principio no es fácil encontrar la opción que queremos utilizar.
Estoy preparando una guía del juego paso a paso para que aquellos que se animen a probarlo puedan ver las cosas más claras. Aún así solamente me queda desearos suerte porque la váis a necesitar 😀
Ya tenéis la guía paso a paso publicada…