A nadie se le escapa que Konami, la otrora compañía todopoderosa capaz de crear magia a través de sus videojuegos, anda de capa caída. Especialmente dos han sido los acontecimientos recientes que han echado la última palada sobre la tumba de la compañía de la pequeña ola. Por un lado, la cancelación repentina del desarrollo del nuevo Silent Hill dirigido por Guillermo del Toro y por el otro el divorcio, precedido de culebrón, entre Konami y uno de los genios de la casa: Hideo Kojima.
Así que no es de extrañar leer la noticia que saltó hace dos días sobre la cancelación de todos los desarrollos de Konami para consolas y PC excepto la franquicia futbolística Pro Evolution Soccer que tiene mucho tirón en Japón. No veremos un nuevo Castlevania ni un nuevo Metal Gear, pero quizá en un futuro licencien sus títulos a otros estudios. Lo que está claro es que su objetivo inmediato son los mercados de móviles y máquinas de pachinko.
No sé vosotros, pero yo voy a celebrarlo echándome unas partidas al King’s Valley II.
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